El IBI, los gastos de comunidad, las derramas que no paran de caer… Y todo, por tener un piso vacío que no te reporta ningún beneficio.
Además, te preocupa encontrarte alguna «sorpresa» la próxima vez que vayas a verlo.
Te has planteado muchas veces venderlo para quitarte ese lastre de encima, pero siempre te surgen las mismas dudas:
➔ ¿Cuánto vale ahora ese piso? ¿Te sale a cuenta venderlo?
➔ Después de tanto tiempo cerrado (o alquilado), su estado es bastante mejorable y temes perder dinero en la venta
➔ Vives lejos y no sabes cómo gestionar la venta.